Los plásticos desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas; están presentes en nuestras casas, en el colegio, en los hospitales. Jugamos, viajamos y nos vestimos con ellos. Los hay de muchas formas, pueden ser más fuertes que el acero, y también más suaves que la seda, de cualquier color o tamaño. Nos protegen, hacen nuestra vida más confortable y divertida.
También en
medicina se utilizan a diario en miles de elementos y aplicaciones. En los
últimos años, los avances en el cuidado de la salud han estado estrechamente
ligados a los materiales plásticos. Tenemos jeringas, blisters, catéteres, y
bolsas de sangre y suero fisiológico, mascaras para nebulizaciones y oxígeno, barbijos,
protectores oculares, batas médicas, entre otros.
Se desarrollan nuevas prótesis plásticas que permiten mejorar el funcionamiento de órganos lesionados, es el caso de corazón y riñones artificiales.
Las prótesis ortopédicas fabricadas con materiales plásticos sustituyen a nuestras articulaciones cuando están dañadas.
En el terreno de la salud bucodental el aporte de los plásticos es incuestionable. Las prótesis auditivas y oculares no serían una realidad sin ellos.
En el entorno sanitario son el material ideal, ya que son seguros, higiénicos y biocompatibles. Precisamente esta cualidad es la que recomienda su uso en la reconstrucción de tendones.
Son un componente imprescindible en los equipamientos tecnológicos que se utilizan en los hospitales, investigaciones médicas y veterinarias. Los materiales médicos de plástico son fáciles de limpiar y esterilizar, y contienen propiedades de barrera contra fluídos, gases y contaminantes, lo que explica porque se utilizan tan frecuentemente en centros de salud. Por ejemplo, los pisos y pavimentos fabricados de plástico son más higiénicos y fáciles de mantener; las batas quirúrgicas están hechas con fibras poliméricas.
También hay desarrollos de vanguardia, como las inyecciones plásticas sin dolor: es un pequeño parche hecho de muchas «microagujas» de plástico que se disuelven una vez que se insertan en la piel, liberando el medicamento al mismo tiempo.
Fuente: http://drugdelivery.chbe.gatech.edu/gallery_microneedles.html
Asimismo, se están desarrollando materiales plásticos con capacidad de autocurarse, utilizados para desarrollar piel y músculos artificiales. La piel plástica imita la flexibilidad y la sensibilidad de la piel humana y puede permitir nuevas prótesis.
Fuente: https://www.sciencemag.org/news/2016/04/artificial-muscle-can-heal-itself
En un contexto de pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja el uso de elementos plásticos como guantes y barbijos para quienes manifiesten síntomas o se encuentren en poblaciones denominadas de riesgo. Para el personal de salud, el uso adicional de artículos como mascarillas, gafas de seguridad, batas quirúrgicas y delantales, elaborados con el mismo material.
Der: Personal médico transfiere a un paciente en el Hospital Queen Elizabeth de Hong Kong, China, el 22 de enero de 2020.
Fuente: https://www.france24.com/
Sin embargo, fuera de los centros de salud y cerca de la vida diaria, los plásticos también nos cuidan cuando posibilitan que los productos lleguen protegidos y saludables a nuestras manos. Es debido a que son inocuos, livianos, resistentes, y con excelentes propiedades de barrera. Por ello, no sólo mantienen la sanidad de alimentos, bebidas y productos sino que también evitan su desperdicio.
Asimismo, los elementos descartables como vasos, cubiertos, platos, bandejas y vajilla plástica pueden ser una herramienta para prevenir la propagación de enfermedades.
Tanto en el ámbito sanitario como para el consumo masivo en lugares como patios de comida, restaurantes, delivery, hoteles, geriátricos, guarderías, hospitales, sanatorios, consultorios médicos y similares.