Conforme a la Resolución Nº 341/16 en videncia desde el 1 de enero del 2017, los supermercados pueden entregar bolsas plásticas más gruesas (de 50 micrones) en las líneas de cajas a los consumidores:
-Bolsas plásticas gruesas (50 micrones)
-Bolsas plásticas biodegradables certificadas.
Adicionalmente, tienen a disposición las bolsas plásticas reutilizables de larga vida, las cuales son ofrecidas para su venta al público.
Si bien la Resolución mencionada no permite la entrega de las tradicionales bolsas plásticas (denominadas livianas), si permite las bolsas plásticas de polietileno de 50 micrones:
– Son más gruesas
– Se pueden reutilizar como bolsas de residuos y/otros reúsos
– Son más resistentes
– Son reciclables
Las bolsas plásticas se reutilizan y se reciclan.
Cada consumidor debe reutilizar las bolsas plásticas para la separación domiciliaria de los residuos y darlo otros reusos.
Al final de su vida útil, se pueden reciclar. Las bolsas y films plásticos se separan y clasifican en los Centros de Reciclado, se enfardan y se venden a la industria recicladora que los reprocesa y se transforman nuevos productos, como caños de riego, mobiliarios para plazas y escuelas, etc. El reciclado trae beneficios ambientales, como ahorro de energía, ahorro de recursos naturales y minimización de los residuos. Ver video http://www.ecoplas.org.ar/centro_videos.php
En la Argentina, la cifra estimada de reciclado total en 2014 es de 235.000 Tns. Esta industria es dinámica y creciente.
Las bolsas plásticas tienen mejor performance ambiental en su Ciclo de Vida.
Según el Análisis ambiental de bolsas de transporte de mercancías en la ciudad de Salta de Gloria del C Plaza; Mónica N. Pasculli, investigadoras de la Universidad Nacional de Salta, las bolsas plásticas tradicionales de polietileno generan menor impacto ambiental. Las alternativas propuestas por la resolución representan mayores emisiones de gases con efecto invernadero, mayor consumo de energía y agua dulce, mayor generación de residuos sólidos urbanos, menor reciclado y las ‘ecobolsas’ promovidas por la Agencia de Protección Ambiental constituyen un riesgo mayor a la salud pública por contaminación bacteriana.