Con la fábrica emplazada en la localidad de Tigre, empezaron hace tres años y hoy fabrican tres tipos de ladrillos y un tipo de teja a partir de polipropileno reciclado. El propileno es un tipo de plástico con que se fabrican distintos artículos del hogar como tapas de botellas, productos de bazar, baldes, juguetes y envases. Actualmente 50 toneladas de PP reciclado es destinado para su fabricación en su propia planta de reciclaje.
El plástico posconsumo es el principal recurso para este desarrollo que se basa en el ecodiseño ya que los ladrillos son totalmente industrializables, cumplen normas de calidad - trabajan con UNSAM y UNMdP quienes les certifican el CAT (Certificación de Aptitud Técnica)- y vienen a llenar una demanda de viviendas accesibles que pueden ser también auto gestionables ya que los ladrillos se encastran entre sí como si fueran piezas de Lego. El asesoramiento a los "autoconstructores" se da de diversas formas, también mediante tutoriales desde su website.
Este desarrollo re-aprovecha al máximo los recursos plásticos y evita que los plásticos posconsumo vayan a parar a los rellenos sanitarios o al ambiente. El producto obtenido reúne sustentabilidad, mayor ahorro energético -ya que tienen una muy buena aislación térmica- y la construcción en seco, que permite ensamblar algunos componentes en planta y completar el ensamblado en el sitio de construcción.
Dato: En Argentina se desechan más de 12 millones de tapitas de gaseosa por día. Con esa cantidad de plástico, puede fabricar unos 36 mil ladrillos diarios. Algo así como 15 viviendas tipo.
Actualmente se reciclan en el país 286.000 toneladas de plástico por año. La industria recicladora evita cada año la emisión de 330.000 toneladas de CO2eq, el equivalente a la liberación de GEI de 40.000 argentinos.
La oportunidad hoy es separar y reciclar más y posibilitar emprendimientos superadores y circulares como donde los plásticos generan triple impacto: social, económico y ambiental.