Recientemente fue el Día mundial sin bolsas plásticas y Ecoplas enfatizó que el foco debe trasladarse de la prohibición a la gestión y el consumo responsable de las mismas.
Como todos los plásticos, las bolsas son un RECURSO para la economía circular. Se usan, se reúsan aprovechando al máximo su valor y, una vez finalizada su vida útil, se reciclan.Para integrar las bolsas a este circuito virtuoso es clave consumirlas de manera responsable y poner en práctica las 4 R: Reducir, Reusar, Reciclar y Recuperar. Estudios de Análisis de Ciclo de Vida realizado por entidades independientes como los ministerios de ambiente de Inglaterra y Dinamarca demuestran que las bolsas plásticas son las que tienen menor impacto ambiental comparadas con las de papel, biodegradables y tejidas de algodón.
Para separar más
Las bolsas verdes y negras son una herramienta clave para la separación de los residuos reciclables. Son el primer eslabón para que los ciudadanos realicemos una correcta separación domiciliaria.Si tenemos en cuenta que la industria recicladora plástica tiene hoy una capacidad ociosa del 50%, incrementar la separación domiciliaria es muy necesario, junto a una gestión más eficiente de los RSU.
Se reciclan!
Tras aprovecharlas al máximo, también se reciclan: Se separan y clasifican en los centros de reciclado de cada distrito, se enfardan y se venden a la industria recicladora que los reprocesa y se transforman nuevos productos, como caños de riego, mobiliarios para plazas y escuelas, etc. Mirá cómo se reciclan las bolsas y films plásticos:
Es más fácil prohibir que educar
La presencia de las bolsas, y cualquier otro plástico en el ambiente es consecuencia de una mala conducta de uso y descarte que se debe modificar de manera urgente incorporando hábitos responsables en favor del medio ambiente.